UNA REINA QUE ERA UN PENDÖN

 

LUIS  I  un rey Borbón desconocido

 Reinó solo 8 meses pues murió con 17 años

El pendón de su esposa  invento el juego llamado

 “Le broche en cul” (el palo en el culo)

Luís hijo de Felipe V, y de su primera esposa María Gabriela de Saboya, al que obligaron a casarse cuando tenia 14 años con la francesa Luisa Isabel de Orleáns, de 12 años de edad, hija del duque de Orleáns, regente de Francia

Cuando el embajador francés mandó el retrato de la joven para que el príncipe conociera a su futura esposa. Por las prisas o intencionadamente el pintor dejo a la mozuela con un generoso escote. Cuando Luís, ve esos pechos hizo lo que haría cualquier chaval de su edad con una foto pornográfica, se pasaba las horas muertas en su habitación. Tal era el desgaste del joven que le aconsejaron a su padre:

 “que había razones para creer que la contemplación del retrato alteraba muy seriamente el reposo de Su Alteza”.

Cuando llego el día de la boda, el problema fue en aumento, su prometida era un bombón. Aunque el protocolo exigía que el joven matrimonio posara tumbado en la cama ante la Corte para  testificar la unión, dada la corta edad de ambos no le dejaron consumar el matrimonio hasta que cumpliera los 16 años. El pobre se tuvo que desfogar haciendo salidas nocturnas frecuentando casas de dudosa reputación, en las que se hacía acompañar por un conocido homosexual francés.

Mientras tanto la joven Luisa destapó todas sus esencias. Desilusionados sus padres por no ser un chico, ¡Ni siquiera le pusieron nombre! No recibió ninguna atención, ni en los aspectos más elementales de la vida, como la higiene y  el comportamiento. Convirtiéndose en una niña rebelde y caprichosa que no sabía ni leer, ni escribir.  

Cuando el rey español negoció el matrimonio para su heredero se apresuraron a celebrar, en pocos días, el bautismo y confirmación para darle un nombre oficial.

Imagínense esta escena..... andando por los pasillos de palacio,  un noble todo estirado va a ser recibido por el rey, todo parece ir perfecto y de pronto Luisa Isabel de Orleans, la futura reina de España, con una sonrisilla traviesa, cubriéndose únicamente con un camisón transparente,  se deja caer insinuándose sobre los brazos del asustado noble haciéndose la desmayada. Pues esto lo hacia un día sí y otro también.

Tenía la manía de quitarse la ropa, quedándose en pelota picada en los jardines de Palacio, eructando delante del que se encontraba de frente. Pero el colmo de los colmos fue cuando inventó un juego, con criadas, mozos de cuadra o guardianes, llamado “le broche en cul” (el palo en el culo), que consistía en en elegir a alguien de ellos, completamente desnudo, y atarlo de pies y manos para hacerle caer y rodar por el suelo mediante un palo.

 Luís, que ya entonces era rey porque su padre había abdicado debido a su locura, harto de extravagancias ordena que la encierren. Pero tan sólo la tuvo dos semanas porque tenia la necesidad imperiosa de mantener contactos carnales.

Un mes mas tarde Luis cae gravemente enfermo de viruela. Su cuerpo se llena de llagas malolientes y purulentas, y en contra de todo lo esperado la joven disoluta se transforma en una  buena enfermera que le lava las heridas con tal mimo que hacen olvidar sus tiempos licenciosos. Diez días después de verse postrado en cama, con tan sólo diecisiete años y ocho meses de reinado, fallece este monarca tan desconocido.

Su padre vuelve a recuperar el trono y lo primero que hace la suegra es enviar, por correo urgente, a la reina viuda bien empaquetada a sus parientes de Paris. Allí la ingresan en un convento, pero la vida monacal no estaba hecha para ella, volvió a la Corte a los dos años para continuar con su alocada vida que le valió que le retiraran la pensión que enviaban desde España por ser una reina viuda.

Muere a los 32 años y es enterrada en Paris, rompiendo la tradición de la monarquía española que establecía su inhumación en el Panteón de los reyes del Monasterio de El Escorial.